Total de visitas:

12 de noviembre de 2012

Valentía como virtud.


La valentía de luchar al lado de la valentía de amar.
La valentía como virtud no es algo que se encuentre  fuera de mí mismo. Como
superación de mi miedo, ella lo implica.
En primer lugar, cuando hablamos del miedo debemos estar absolutamente seguros de
que  estamos  hablando  sobre  algo  muy  concreto.  Esto  es,  el  miedo  no  es  una
abstracción. En segundo lugar, creo que debemos saber  que estamos hablando de una cosa muy normal. Otro punto que me viene a la mente es que, cuando pensamos
en el miedo, llegamos a reflexionar sobre la necesidad de ser muy claros respecto a
nuestras opciones, lo cual exige ciertos procedimientos y prácticas concretas que
son las propias experiencias que provocan el miedo.
A medida que tengo más y más claridad sobre mi opción, sobre mis sueños [...] también entiendo mejor las razones por
las cuales tengo miedo y percibo cuánto tenemos aún por andar para mejorar [...]
 Cuando comenzamos a ser asaltados por miedos concretos, [...] sentimos la necesidad de poner ciertos límites a
nuestro miedo. Antes que nada reconocemos que sentir miedo es manifestación de que
estamos vivos. No tengo que esconder mis temores. Pero lo que no puedo  permitir es que
mi miedo me paralice. [...] Por eso es tan importante gobernar mi miedo,
educar mi miedo, de donde nace finalmente mi valentía.
 Es por eso por lo que no puedo
por un lado negar mi miedo y por el otro abandonarme a él, sino que preciso controlarlo, y
es en el ejercicio de esta práctica donde se va construyendo mi valentía necesaria
Es por
esto por lo que hay miedo sin valentía, que es el  miedo que nos avasalla, que nosparaliza, pero no hay valentía sin miedo, que es el miedo que, "hablando" de nosotros
como gente, va siendo limitado, sometido y controlado.

Freire Paulo "Cuarta carta" Cartas a quien pretende enseñar.